Antes de comentar sobre el nuevo Tratado de Libre Comercio entre México, EE. UU. y Canadá, veamos qué logró el antiguo para la región.
Antes de que el TLCAN entrara en vigor en 1994, el comercio entre estos 3 países era de aproximadamente 290 mil millones de dólares. El año pasado (2019), el comercio entre los países del TLCAN fue de 1.23 billones de dólares. Esto representa más de cuatro veces el comercio de mercancías entre 491 millones de habitantes. Además, hay nuevas cadenas de valor en diferentes sectores que se entrelazan entre los tres países. En la actualidad, más que nunca, la región de América del Norte se está consolidando como un mercado intranacional que genera crecimiento y prosperidad para sus habitantes.
Aunque en general el TLCAN ha sido beneficioso, no todo ha sido pan comido para todos. Hay algunos sectores que han sido afectados por esta reorganización del mercado, en los tres países. Y esta situación ha sido utilizada con fines políticos, especialmente en Estados Unidos.
No obstante, el TLCAN fue renegociado y firmado como un nuevo acuerdo llamado en Estados Unidos Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá o T-MEC. Este nuevo acuerdo tiene 12 capítulos más que el anterior TLCAN e incluye áreas como el comercio electrónico y asuntos laborales que no se consideraron antes. Un resumen de los cambios es el siguiente:
Los automóviles deben tener el 75% de sus componentes fabricados en México, Estados Unidos o Canadá para calificar para aranceles cero (aumentando desde el 62.5% bajo el TLCAN). Esta disposición se implementará en un plazo de 5 años con incrementos anuales hasta 2023.
Trump ha amenazado repetidamente con imponer aranceles elevados a los automóviles y las piezas de vehículos que llegan del extranjero a Estados Unidos. Junto con el nuevo acuerdo comercial, su administración firmó “cartas adjuntas” que permiten a las dos naciones evitar en gran medida los aranceles automotrices de Trump. Las cartas adjuntas indican que Canadá y México pueden seguir enviando aproximadamente los mismos vehículos y piezas a través de la frontera de forma gratuita, independientemente de si los aranceles automotrices entran en vigencia en el futuro. Solo las partes que excedan esa cuota podrían enfrentar aranceles.
Canadá y México querían que Trump detuviera sus aranceles del 25 por ciento sobre el acero y el aluminio. Pero eso no sucedió. ¡Todavía! Los tres países siguen discutiendo la posibilidad de levantar esos aranceles, y han señalado que, como muestra de buena fe, la firma del nuevo T-MEC podría acercarse a levantarlos.
El 40% de las piezas de automóviles, y el 45% para camionetas pickup, deben ser fabricadas por trabajadores que ganen al menos $16 por hora para el año 2023 (para esta disposición, se pueden incluir todos los salarios). México también ha acordado promulgar leyes que otorguen a los trabajadores el derecho a la representación sindical, extender las protecciones laborales a los trabajadores migrantes y proteger a las mujeres contra la discriminación. Los países también pueden sancionarse mutuamente por violaciones laborales.
El acuerdo extiende los términos de los derechos de autor a 70 años más allá de la vida del autor (antes eran 50 años). También extiende el período en que un medicamento farmacéutico puede estar protegido contra la competencia genérica.
Hay un problema en el Capítulo 32 del T-MEC que podría ser complicado para México al tratar con China. Hay una cita explícita para iniciar conversaciones comerciales con economías que sean consideradas por uno de los signatarios como una Economía No de Mercado.
El T-MEC estipula que las tres naciones revisarán el acuerdo después de seis años. Si todas las partes están de acuerdo en que todavía es beneficioso, entonces el acuerdo continuará por todo el período de 16 años (con la posibilidad de renovarlo por otros 16 años más). Esta fue una disposición de compromiso: Trump quería la capacidad de renegociar el acuerdo con frecuencia. En última instancia, habrá una revisión, pero no ocurrirá hasta después de que Trump deje el cargo.
También incluye nuevas disposiciones para abordar la economía digital, como la prohibición de aranceles sobre cosas como la música y los libros electrónicos, y protecciones para las empresas de internet para que no sean responsables del contenido que producen sus usuarios.
Este término se refiere al costo mínimo de importación permitido sin impuestos. Era de USD$50 con el TLCAN y con el T-MEC será de USD$100. Esto fomentará el comercio digital.
La Sección 232 es un vacío legal comercial que Trump ha utilizado para imponer aranceles al acero y aluminio sobre Canadá, México y la Unión Europea. Tanto Canadá como México querían protecciones contra estos aranceles, pero no las obtuvieron. Sin embargo, lograron que Estados Unidos hiciera un acuerdo paralelo que los protege de posibles aranceles automotrices bajo la Sección 232.
El acuerdo incluye una cláusula de “terminación automática” de 16 años, lo que significa que los términos del acuerdo expiran, o “sunset”, después de un período establecido. El acuerdo también está sujeto a una revisión cada seis años, momento en el cual Estados Unidos, México y Canadá pueden decidir extender el T-MEC.
Se puede decir que el T-MEC es básicamente el TLCAN 2.0, con cambios importantes para la producción automotriz y nuevas políticas sobre estándares laborales y ambientales, protecciones de propiedad intelectual y algunas disposiciones sobre comercio digital. Pero en general, aproximadamente el 95% de las Reglas de Origen permanecen iguales que en el TLCAN y solo incluyen un refuerzo esperado en la aplicación.
¿Generarán estos cambios el resultado deseado? ¡Es algo que aún está por verse! ¿Estos cambios alterarán las cadenas de valor ya establecidas durante más de 25 años de operaciones del TLCAN? Definitivamente. ¿Qué cambios traerá el futuro del T-MEC en el comercio entre los tres países? Aquí hay algunos escenarios posibles:
Como conclusión de estas implicaciones, ¿el T-MEC es mejor que el TLCAN? La respuesta es no. Es simplemente una nueva versión que considera nuevos problemas comerciales que no estaban presentes hace 25 años. Sin embargo, trae consigo nuevas limitaciones que no estaban presentes antes, y no implica que convierta a esta región en un mercado mejor.
También implica que la nueva Regla de Origen se vuelve más rigurosa en el sector económico, que demostró ser un éxito para México, dañando su desempeño económico. ¿Crea buenas condiciones para que los negocios florezcan? Bueno, depende de la reacción real de los consumidores y sus preferencias por nuevos productos y precios. Lo que implica es una nueva tendencia internacional hacia el regionalismo y/o nacionalismo, que no necesariamente resolverá la situación anterior de ganadores y perdedores, pero sin duda cambiará las perspectivas del mercado para muchas empresas.
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